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'El regate corto de UPN, al descubierto'

Por Carlos Pérez, miembro de Geroa Bai

El cambio llegó a las principales instituciones navarras hace un año y nueve meses. Desde entonces, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda Ezkerra han tenido un primer año de planificación y cambios estructurales en el Gobierno de Navarra. El objetivo estaba claro desde el minuto uno: apuesta por la mejora de los servicios públicos y por una mayor atención social. Ya a finales de 2015 se aprobaron los primeros presupuestos del cambio y una reforma fiscal solidaria y progresiva que sí suponía una mayor carga impositiva, aunque con el compromiso de que se iba a revertir en mejoras en la sanidad pública, en la educación, en derechos sociales.

Frente a esto, UPN también se ha tenido que acostumbrar a eso de hacer oposición tras décadas gobernando solo o de la mano de CDN o PSN o con la colaboración más o menos implícita de estos últimos.

Sin embargo, desde el inicio de la legislatura se ha dedicado a hacer una oposición de acoso y derribo con el argumento de que el gobierno del cambio iba a traer poco más o menos el apocalipsis.

Frases como “este gobierno no cree en el progreso de Navarra y quiere arruinar a Navarra para que luego sea más fácil la anexión al País Vasco” han sido repetidas por UPN y PP, casi al alimón.

Durante estos meses, además de hablar de “una sangrienta reforma fiscal”, han denunciado que el gobierno quiere dejar sin agua a la ribera” (aquí también contaban con PSN de aliados), que no apuesta por el Tren de Alta Velocidad para Navarra aislándole del futuro a diferencia de lo que se hace en la Comunidad Autónoma Vasca, que pretende la imposición del modelo D y del euskera en toda Navarra, que provoca el aumento de las listas de espera en Sanidad y hasta le han responsabilizado del aumento del paro nada más llegar Uxue Barkos al Gobierno de Navarra. Han basado su oposición en el regate corto. ¿Cómo iba a solucionar el nuevo gobierno del cambio en unos meses lo que los gobiernos de UPN no han hecho en años con temas tan importantes y serios como el Canal de Navarra o el Tren de Alta Velocidad? ¿Cómo van a mejorar los servicios públicos en unos meses tras años de recortes y de austericidio?

Pues como algunos esperábamos, el Gobierno que preside Uxue Barkos ha terminado con los arietes de UPN/PP en la oposición.

Ha presentado su alternativa de Canal de Navarra para llevar agua de boca y de regadío y para la industria a la Ribera navarra, ha conseguido un compromiso del Gobierno de Mariano Rajoy para apostar por que el corredor ferroviario que unirá Zaragoza con la Y vasca pase por Pamplona y que además sea para viajeros y mercancías; ha conseguido bajar la tasa de desempleo, aunque aún quede muchísimo trabajo por hacer; se atiende a más gente y siguen disminuyendo las listas y los tiempos de espera en Sanidad y se sigue apostando por que los padres y madres puedan matricular a sus hijos e hijas en el modelo educativo que quieran en la red pública, a diferencia de lo que ocurría hasta la llegada del nuevo gobierno.

De la misma manera, este Gobierno está haciendo en Administración Local lo que no hizo el anterior presidido por Barcina. Eso debe de ser sangrante especialmente para el presidente de UPN, Javier Esparza, que no fue capaz de aprobar una nueva reforma local porque la inmensa mayoría de los cargos públicos rechazaron su propuesta en el fondo y sobre todo en la forma, ya que fue incapaz de hacer un trabajo de participación que es precisamente en lo que hasta ahora ha trabajado el departamento de Administración Local del nuevo gobierno con esta cuestión.

Se trata de una Ley de las más importantes puesto que estamos hablando de las instituciones más cercanas a la ciudadanía, las entidades locales.

El cambio avanza de forma inexorable y el Gobierno de Uxue Barkos va llevando a cabo un programa que está mejorando los servicios públicos y la calidad de vida de los navarros y navarras. Obviamente, al tripartito de la oposición le molesta esta cuestión y seguirán azuzando con falsas polémicas y sobre todo continuando en su afán por construir un muro, -tan de moda últimamente-, entre gobierno y oposición.

La última salida de tono de UPN y PP ha sido con el acto de reconocimiento y reparación que el Gobierno va a realizar a las víctimas de actos de motivación política provocados por la extrema derecha o funcionarios públicos. Son capaces de afirmar que este acto “es un insulto a las víctimas de ETA” o que con él “se pretende impulsar un relato de que aquí hubo unos años en que había una guerra”. Nada más lejos de la realidad. Ya es hora de que se reconozca a todas las víctimas de todas las violencias y en eso parece estar el Gobierno y por eso es positivo que se hagan actos como éste, como se han hecho otros a víctimas del 36 y como espero que se logre hacer también a víctimas de ETA cuando ellas quieran.

No se ha llegado al ecuador de la legislatura y se ha dado ya un cambio, aunque aún quedan mucho más por hacer y espero que siga siendo para mejor.

Quizá hasta consigamos que UPN también cambie para mejor y se sume a las fuerzas del cambio en la defensa del Convenio y a partir de ahora el Gobierno deba pagar al Estado lo que le corresponde y no más, tal y como han reflejado informes técnicos del departamento de Hacienda encargados precisamente con Barcina como presidenta del Gobierno. Sin duda, será un momento importante para el Gobierno y para el futuro de Navarra puesto que se verá si las arcas forales disponen finalmente de un dinero importante para seguir apostando por reforzar nuestro estado de bienestar.  

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